André Kostolany se consideró un especulador casi toda su vida, de estos que tenían muy contento a su broker. Por tanto, en lo que a la inversión en bolsa se refiere, no nos parecemos mucho (tampoco me molestaría mucho parecerme a él). Sin embargo, es innegable que su experiencia y sus ideas son de mucho valor para cualquiera que tenga algún interés por la bolsa, aunque no coincida al 100% con él.
De entre aquellos que se consideran a sí mismos especuladores, Kostolany es uno de los que más me gusta, si no el que más. Kosotolany tiene mucho de contrarian, y a pesar de dedicarse a la especulación, tenía cierto toque value, y terminó sus días recomendando el Buy&Hold. Esa combinación de factores, junto con un gran carisma que, entre otras cosas, le llevó a salir en un anuncio de coches en los últimos años de su vida, hacen que sienta una gran simpatía por él, y que admire y respete muchas de sus ideas.
En el post de hoy vamos a ver un fragmeto de su libro, El arte de reflexionar sobre el dinero, en el que Kostolany explica cómo se forma el precio de las acciones, en su opinión. Al final del post, explicaré por qué un inversor en valor puede aprovecharse de los movimientos en las cotizaciones que explica Kostolany:
Tabla de contenidos
Qué hace que suban o bajen las acciones
Los comentaristas bursátiles se esfuerzan a diario en explicar los comportamientos de las cotizaciones del día. Los posibles motivos para la subida o caída de las cotizaciones son numerosos.
Las acciones caen porque han subido los intereses, la cotización de la acción XY puede aumentar porque los beneficios son mayores de lo esperado, mientras la acción ABC cae porque, a pesar de que los beneficios han sido mayores de lo que se esperaba, los expertos ven un futuro incierto para la empresa. En el comentario del próximo periódico la caída de la cotización de la misma acción se justificará con la realización de beneficios. Un día es el sólido dólar el motivo de la subida de la cotización y al día siguiente aparece en el comentario del mismo periódico que es él mismo el responsable de la caída de la cotización. Estos comentarios son totalmente superfluos e innecesarios para el especulador. Los expertos citados buscan motivos lógicos, pero la Bolsa tiene una lógica especial propia que poco tiene que ver con la de un consumidor normal. Es caprichosa como una bella mujer o como el tiempo. Sabe cómo maravillar con mil trucos de magia para atraer a su presa, para darle de lado en el momento más inesperado. Mi consejo: hay que mantener la calma y no buscar ninguna explicación lógica.
Los comentaristas se pueden limitar a las tres justificaciones siguientes. La Bolsa estaba más débil porque la oferta era mayor que la demanda, o la Bolsa estaba más firme porque la demanda era mayor que la oferta, o la Bolsa no ha variado porque la oferta y la demanda estaban equilibradas.
Es que a corto y medio plazo no es en absoluto seguro que las buenas acciones suban y las malas caigan. También puede ocurrir lo contrario. Una empresa puede conseguir buenos beneficios, pagar dividendos y tener buenas perspectivas de futuro, pero en la Bolsa subirá cuando la demanda sea mayor que la oferta. Este es el único postulado de la lógica bursátil.
Oferta y demanda
Aún recuerdo con toda claridad mi primer día en la Bolsa de París. Un hombre de edad se dirigió a mí: «Joven, nunca le había visto por aquí. ¿Quién es usted?». «Sí», respondí, «es la primera vez que vengo a la Bolsa. Soy meritorio de la empresa X». «Puesto que su jefe es amigo mío, usted va a aprender ahora algo verdaderamente importante. Mire a su alrededor. Aquí todo depende de una sola cosa: si hay más tontos que papel o más papel que tontos».
Este lema, que pasó a formar parte de mi credo, se puede interpretar así: la tendencia depende de si para el vendedor es más importante y urgente deshacerse de sus títulos que para el comprador adquirirlos con su dinero. Las cotizaciones caen cuando los poseedores de títulos están obligados bajo presión psicológica o material a venderlos y las personas que tienen el dinero, por el contrario, desean comprar y no tienen obligación de compra. Pero si las personas que tienen el dinero buscan con urgencia acciones y los titulares de las acciones no están obligados bajo presión psicológica o material a vender sus títulos, las cotizaciones suben. Nunca he olvidado esta lección: todo depende de la oferta y la demanda. Toda mi teoría bursátil está basada en ello.
Desde ese punto de vista da absolutamnte igual si los beneficios de las empresas son buenos o malos, si hay guerra o paz, si toman el poder los rojos o los negros. Naturalmente estos acontecimientos influyen en las cotizaciones, pero su influencia es sólo indirecta. Únicamente influirán en las cotizaciones cuando los poseedores de títulos y las personas que tienen el dinero consideren importantes estos acontecimientos y basen en ellos sus decisiones de compra o venta.
Todo bolsista debe interiorizar sin falta este hecho, porque si no, nunca comprenderá por qué las cotizaciones algunas veces efectúan movimientos totalmente ilógicos.
El análisis de la tendencia consiste entonces en realizar un juicio de los diferentes factores de influencia y saber determinar cómo serán la oferta y la demanda en el futuro.
Ahora podría explicar cómo se origina en detalle una cotización bursátil, cómo el corredor de bolsa o el market-maker fija la cotización que refleja la oferta y la demanda, pero esa labor se la cedo a los muchos libros de consejos para principiantes bursátiles o a los vídeos de la Telebolsa de n-TV, en la que pude intervenir como entrevistado.
Conclusión:
A su manera, lo que dice Kostolany es que, en el corto plazo, el precio de las acciones no refleja su valor real. Cuando dice que da igual que los beneficios sean buenos o malos, está, en parte, en lo cierto. Está en lo cierto, porque es verdad que hay momentos en los que el mercado o algunas acciones en particular no se mueven por los fundamentales, y esos son precisamente los momentos en los que surgen las oportunidades de value investing. Sin embargo, cuando hay una ganga en el mercado, antes o después será detectada, por lo que su precio subirá y se acercará a su valor real. Y lo mismo sucede al revés, cuando algo cuesta mucho más que su valor, terminará cayendo. Es decir, a corto plazo es cierto que las cotizaciones no se mueven siempre por fundamentales, pero a largo plazo sí. Gracias a esto, el value investing lleva décadas funcionando.
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Me encanta Kostolany. Creo que no le puede caer mal a nadie, se más inversor que especulador o al contrario, y si leemos atentamente sus libros, llegaremos a la conclusión que para invertir bien en bolsa, sólo hay que ser un poco más reflexivo que el resto.
Un abrazo.
Buen punto lo de ser más reflexivo. En mi caso es con el value investing, pero me imagino que con cualquier otra estrategia, lo que comentas es una cuestión clave.
Un abrazo.
Hace poco empece a conocer algo de un inversor llamado Howard Marks, a escrito un libro llamado «Lo mas importante para invertir con sentido común», el libro no lo he leído, pero si alguna de sus citas, el se refiere en muchas ocasiones a que es vital reflexionar y saber mucho de una acción, de su negocio, para tomar una decisión de inversión y también habla que hay que ponerse en una situación incomoda si se quieren beneficios ya que el inversor que vende gana comodidad cuando piensa que sus acciones van a caer y tu como comprador adquieres el riesgo que el otro te vende y por tanto te pones en una situación incomoda, al no saber si habrás acertado o no, el dice que cuando un cuchillo cae, el polvo se a asentado, y ya todo esta tranquilo quedan pocas «bargains» Gangas.
No conocía el libro, pero uno más que va a la lista. Me gusta lo del cuchillo cae. Es una de esas cosas que en la inversión por técnico puede tener sentido pero dentro del fundamental, la temeridad es no coger el cuchillo que cae, si hay valor en él.
De Howard Marks Warren Buffett siempre dice que cuando un nuevo memo de Oaktree llega a su mesa, es lo primero que lee.
El libro «The most important thing» son los memos de Oaktree recopilados y editados para crear el libro.
Yo he leído el libro y cada nuevo memo de Oaktree lo leo (el penúltimo elabora sobre una cita de Munger, muy interesante https://www.oaktreecapital.com/docs/default-source/memos/2015-09-09-its-not-easy.pdf?sfvrsn=2). Es pura filosofía de value investing.
Oaktree está cada vez más presente en nuestro entorno porque estuvieron en panrico, están adquiriendo carteras de inmuebles y han comprado eolia hace poco.
El libro viene a recopilar las cosas más importantes para invertir (siendo todas «lo más importante»). Un capítulo especialmente bueno es el de «second order thinking» y está relacionado con esta entrada sobre uno de los credos de Kostolany. Se puede ejemplificar con «la empresa A tiene problemas», un análisis de primer orden haría actuar diciendo «vende», en cambio el pensar en segundo orden te haría actuar «la empresa A está más barata pero su valor intrínseco no se ve afectado por estos problemas: compra».
Él lo explica mejor, obviamente. El libro es una joya.
Gracias por la aportación Rudis.
Aunque no acabo de estar del todo de acuerdo con la afirmación de Charlie Munger. Creo que a largo plazo comprando empresas buenas no es muy complicada la inversión.
Fíjate en la entrada que el gran Lancaster hizo seleccionando 10 valores al azar (creo que eran los últimos 10 del SP) y manteniéndolos varios años y la rentabilidad era espectacular.
http://invertirbolsaydinero.com/estrategia-buy-hold-supuesto-con-empresas-elegidas-al-azar/
No es fácil, porque no es lo mismo seleccionar una cartera retrospectivamente, cuando la empresa ha sobrevivido al paso del tiempo, que construirla a día de hoy y mantenerla. No es fácil tener el temperamento emocional ni la ecuanimidad para ver como el precio de tus acciones se hunde y seguir estando seguro de su valor.
Lo difícil es comprar en el momento en que tengas un buen margen de seguridad en términos de valor intrínseco de la empresa (considerando factores cualitativos también) sobre el precio al que Mr Market te la ofrece.
Y mantener y aguantar es difícil, sobretodo en los momentos en que el resto del mundo dice que esa empresa de calidad no vale nada. Y tu, pensando independientemente, ves algo que el resto no ve (Mcdonald’s en 2004 o Wells Fargo en 2008). Eres paciente y no actúas. Eso es difícil.
No puedo comentar, pero tenéis un debate muy interesante y quería aportar algo. Efectivamente, no es igual mirarlo con empresas que han sobrevivido, pues existe un sesgo de supervivencia. Para evitar este sesgo, escribí un artículo teniendo en cuenta todas las empresas originales del S&P500, e incluso teniendo en cuenta que muchas de ellas desaparecieron, el resultado de mantenerlas era mucho mejor que el de ir siguiendo al índice:
http://www.rankia.com/blog/acciones-largo-plazo/2260787-por-que-sigo-estrategia-buy-hold-iv-rompiendo-todos-esquemas
Es muy interesante el debate, pero a mi modo de ver el buy & hold está supeditado al valor. No creo que la estrategia de quedarse con las 500 empresas originales del SP500 bata una estrategia cuantitativa deep value (EV/ebit) o tipo magic formula (baratas y de calidad) con revisión anual.
Últimamente, le he estado dando vueltas al asunto a raíz de un artículo sobre como realiza el DCF Buffett y el mantener no deja de ser un reflejo de no existir mejores oportunidades. Es tanto el coste de oportunidad el que debe guiar la inacción o el mantener como la relación entre valor intrínseco y precio. Está claro que si has comprado una empresa de calidad a un buen precio, mantener es donde se hace el dinero. PEro volviendo al origen del debate, es sencillo, pero no es fácil identificar esas empresas.
Yo también coincido. De hecho, en el artículo digo que, aunque escribo sobre B&H, no lo sigo a absolutamete. Creo que con el value se puede hacer mejor que con el B&H, pero, a su vez, creo que con el B&H se hace mejor que con otras estrategias más activas (el value investing es activa, pues no replica índices, pero lo es «menos» que otras).
Saludos.
Estoy de acuerdo en que lo más complejo es el nivel emocional. Eso no es fácil y ahí estoy 100% de acuerdo.
Hola Lancaster.
Gran entrada, como siempre.
Por cierto el otro día estaba viendo Burberry y me acordé de ti, buena empresa pasándolo mal y en tu «expertise» consumo y de lujo. No se si la has comentado por el blog.
A mi no me disgusta pero parece que no se lleva tanto la marca como hace años… volverá por sus fueros? La pregunta del millón.
Un saludo.
Hola Graham,
La verdad es que no tengo mirada Burberry. Según tengo entendido, durante cierto tiempo pasó por problemas porque su estilo tan característico era usado por los hooligans, y pasó de ser vista como una marca de lujo, a justo lo contrario. Es posible que sigan con ese problema hoy en día. Intentaré mirarla.
Saludos
Hola Lancaster,
aunque no este relacionado con el hilo, como ves a Whitbread despues de la correción que ha sufrido la accion? He echo una estimacion de valor por DCF reduciendo de manera conservadora el FCF del año que viene en 30 millones debido al aumento de los salarios. Y me sale un valor intrinseco de 40 libras (ratio de descuento del 11%; crecimiento anual a 10 años de 11,5%). No se si el precio bajara tanto… Por lo demas he encontrado un par de cosas que no me gustan, fuera de UK no ganan dinero (de hecho los hoteles lo pierden) y queda la incognita de si la marca cogera traccion fuera del reino unido (no se porque pero a mi personalmente me gusta mas que starbucks). Y por otro lado la deuda neta parece pequeña (0,8xEBITDA) pero si añades la descompensacion en la caja de pensiones y en los impuestos sube ya casi al doble. Si añadimos los leasings como apuntan ellos en el informe financiero la cosa queda en 3,2xEBITDA, que me parecen ya temas mayores.
Espero que a alguien le sirva, y quiera comentarlo.
Un saludo,
Fabrizzio
PD: Me quede embobado esperando a que Adidas bajara a 62-64, y para cuando desperte estaba a 85… La mitad de mi posicion sigue esperando
Hola Fabrizzio.
Lo que dices es muy interesante, pero a día de hoy no puedo hacer comentarios sobre empresas. En cualquier caso, muchas gracias el por comentario.
Saludos.
No te preocupes, solo quería compartir lo que he visto por si le sirve a alguien.
Aunque tu comentario me tiene intrigado. No puedes comentar nada sobre empresas por algún tema legal con el blog, o es simplemente falta de tiempo?
Un saludo
Cuando pueda cuento más 😉
Interesante artículo. Me gusta leer tus publicaciones, son muy didácticas =)
Magnifico post.
Me encantaria leer pronto un post sobre las fuentes de información que usas para actualuzar tus análisis fundamentales.
Gracias
Espero que estés bien amigo, llevo tiempo sin saber de ti, un abrazo.
Hola Luis.
No con mucho tiempo, pero todo bien. Gracias por interesarte.
Un abrazo.
Lancaster nos tienes abandonados!
Espero que todo vaya muy bien y sea que tienes poco tiempo por ello,
Muchas gracias por todos los posts,
Un saludo!
Así es Pedro. Todo bien pero con poco tiempo. Gracias por preocuparte.
Un abrazo.
¡Hola!
Muy de acuerdo con que el precio a corto plazo revolotea alrededor del valor, mientras que a largo plazo tiende a converger. Kostolany ya se dio cuenta en su época, igual que otros grandes de la inversión. A mi me gusta ver la tensión entre precio y valor como un muelle, de manera que cada vez que se le alejan el uno del otro el muelle se tensa todavía más y terminará por volver a su posición «natural», aunque sea sólo por un momento.
Muchas gracias por el artículo.
Un saludo.
Marc