La semana pasada vimos la introducción del libro de Peter Lynch, Un paso por delante de Wall Street. En ella, Lynch pone ejemplos de empresas con las que un inversor podría haber multiplicado su dinero hasta 100 veces. Si hubiésemos seguido leyendo, habríamos llegado al capítulo en el que Lynch explica qué hizo para descubrir cada una de estas compañías con las que multiplicó su inversión, aunque viendo el título del artículo (y del capítulo) ya te lo puedes imaginar. Pero además de sentido común, Lynch también usa la observación. Como dice a lo largo del texto que vamos a ver hoy, sus mejores inversiones no han sido aquellas que ha descubierto leyendo a través de las páginas de medios especializados, o gracias a la recomendación de un experto. Las mejores inversiones las ha encontrado viendo lo que funciona en la calle, y escuchando a su entorno sobre los productos que le gustan.
Aunque Un paso por delante de Wall Street ya está disponible en español, el téxto que hay a continuación es una traducción mía de la versión en inglés.
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Invirtiendo en Bolsa con sentido común
Para conseguir estas rentabilidades tan espectaculares tendrías que haber comprado y vendido en el momento exacto. Pero incluso si te perdiste los máximos y los mínimos, lo habrías hecho mucho mejor que si hubieses invertido es una de las empresas esotéricas que hemos mencionado y que ninguno de nosotros entiende.
Hay una historia famosa sobre un bombero de Nueva Inglaterra. Aparentemente, allá por los años 50 no pudo más que darse cuenta de que una frabrica local de Tambrands (que más tarde pasaría a llamarse Tampax) se expandía a un ritmo vertiginoso. Se le ocurrió que no podían expandirse tan rápido salvo que fuese un negocio próspero y, basándose en eso, su familia y él invirtieron 2.000 dólares. No sólo eso, pusieron otros 2.000 dólares cada año durante 5 años. Para el año 1972 el bombero era millonario -y ni siquiera compró Subaru (puedes ver historias reales de personas que se hicieron ricas invirtiendo en Bolsa).
No sé si nuestro afortunado inversor pidió consejo a algún broker o a algún otro experto. Lo desconozco, pero muchos le habrían dicho que su teoría era equivocada, y que si supiera lo que es bueno para él, se quedaría con los blue chips que los inversores institucionales estuvieran comprando, o con las acciones de compañías de electrónica que estuvieran de moda en ese momento. Por suerte para el bombero, siguió su propio consejo.
Podrías imaginar que son los sofisticados terminales de Quotron (o Bloomberg) de donde los expertos sacamos nuestras mejores de inversión, pero yo consigo muchas de mis ideas de la misma forma que el bombero. Hablo con cientos de compañías cada año y paso horas en embriagadoras reuniones con CEOs, analistas financieros y con mis colegas de otros fondos de inversión, pero descubro las mejores acciones fuera de mi trabajo, de la misma forma que tú lo harías:
Taco Bell; porque me quedé impresionado con sus burritos en un viaje a California. La Quinta Motor Inn, porque alguien en un hotel de la cadena rival Holiday Inn me habló de él. Volvo, porque mi familia y amigos tenían ese coche. Apple, porque mis hijos tenían uno y porque el encargado de la informática de la oficina nos puso varios. Service Corporation International, porque un analista de electrónica de Fidelity (que no tenía nada que ver con los servicios funerarios, por lo que éste no era su campo) lo descubrió en un viaje a Texas. Dunkin´Donuts, porque me encantaba el café y, recientemente, mi esposa me recomendó su nuevo café. De hecho, Carolyn es una de mis mejores fuentes de ideas de inversión. Ella fue la que me descubrió L´eggs.
L´eggs es ejemplo perfecto del poder del sentido común. De hecho, resultó ser uno de los dos productos más exitosos de los años 70. A comienzos de esa década, antes de que dirigiera Fidelity Magellan, ya trabajaba como analista. Conocía el sector textil de mis viajes de negocios visitando plantas textiles, calculando márgenes de beneficios, ratios PER, y todo tipo de urdimbres y tramas. Pero ninguna información fue tan valiosa como la de Carolyn. No descubrí L´eggs por mi investigación, la descubrió ella yendo al super.
Hace tiempo escribí la historia de cómo Lynch multiplicó su inversión por diez con L´eggs. Esa historia es lo que viene a continuación en el libro, y puedes leerla pinchando aquí.
¿Esta compañía cotiza en Bolsa?
…
Por suerte, hay tenbaggers para todos, por lo que tanto tú como yo podríamos perdernos la mayoría de ellos y, aún así, conseguir nuestra parte. En una cartera grande como la mía, tengo que conseguir varios para conseguir algún efecto. En una cartera pequeña como la tuya, sólo necesitas encontrar uno.
Es más, lo bueno de invertir en empresas que te son familiares como L´egss o Dunkin´Donuts es que cuando te pruebas sus medias o das un sorbo de su café, ya estás haciendo el tipo de análisis fundamental por el que pagan a los analistas en Wall Street. Visitar las tiendas y probar los productos es una de los elementos críticos del trabajo de un analista.
Durante toda una vida comprando coches o cámaras, desarrollas un sentido de lo que es bueno y lo que es malo, de lo que se vende bien y de lo que no. Si lo tuyo no son los coches, tiene que haber algo más sobre lo que sepas, y lo más importante, antes de que lo sepa Wall Street. ¿Por qué esperar a que el experto en restaurantes de Merrill Lynch recomiende Dunkin´Donuts cuando tú ya has visto que han abierto ocho nuevas tiendas en tu barrio? El analista de Merril Lynch no se va a dar cuenta de Dunkin´Donuts hasta que la acción se haya quintuplicado de 2 dólares a 10 (por las razones que explicaré más adelante), y tú la descubrirás cuando la acción cotiza a 2 dólares.
Conclusión:
En mi caso, la primera posición de mi cartera, y una de las más rentables es Primark (Associated British Foods). No invertí en Primark porque leyese un informe sobre la empresa, ni porque alguien la recomendara. Invertí en Primark tras visitar por primera vez una tienda suya y verla llena a rebosar. Nunca había visto tanta gente en una tienda hasta que entré en Primark. Tras analizar la empresa, fui comprando acciones de la compañía hasta que se convirtió, por mucho, en mi primera posición.
Por tanto, no puedo más que coincidir con Peter Lynch en que la mejor forma de invertir es poniendo atención a nuestro entorno y aprovechándonos de lo que ya sabemos. Por desgracia, no todas las ideas de inversión pueden venir por esta vía, y más en España donde no tenemos tantas empresas cotizando.
Puedes comprar la edición en español de Un paso por delante de Wall Street pinchando aquí.
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Por eso me gusta tanto invertir con sentido comun en empresas que utilizo, como TEF, REE, ENG, IBE, GAS, ABE… Empresas con muchos clientes y con un negocio estable :).
Viscofan, porque hoy hablar de ella a diario en la uni (investigan mucho en materiales). Y asi sucesivamente…
Qué bueno lo de Viscofan. Yo es una de esas empresas que he conozco porque invierto en Bolsa. No se me ocurren muchas formas de conocer a Viscofan siendo un simple consumidor.
Un abrazo.
Lo fastidiado es que la tocamos a diario. Yo la conoci de varias fuentes. En la facu oia siempre «esos del proyecto de Visco». Cuando iba con la bici, me cruzaba con la fabrica y vaya tienen montada estos. Luego leo dos cosas aqui, asocio con el pasado y TATEEE. Una de mis favoritas, sin duda. Que pena que no aumentara cuando cayó a 3x,xx…
Hay tantas buenas empresas delante de nuestros ojos y ni las vemos.
Fíjate que tu historia cuadra totalmente con la idea de Peter Lynch de encontrar inversiones en el trabajo (en este caso en estudiando), y ya ves que a la empresa no le va nada mal.
Magnífica entrada!
Para mí, Lynch es uno de mis principales referentes en la inversión.
Como bien dices en España vamos muy por detrás. La mentalidad emprendedora de USA y por ende de UK hacen que el montar empresas esté a la orden de día y sea más fácil encontrar los famosos teenbagger 😉
Un abrazo,
Gracias inversorsensato.
Es una pena porque en España no tenemos este tipo de oportunidades. Diría que desde Inditex no ha sido posible invertir en una empresa en crecimiento que pudieras descubrir en la calle. Hemos tenido otras como Mercadona o Restalia (100 montaditos) pero no han cotizado.
Un abrazo.
¿En que año empezaste a invertir en Primark (Associated British Foods)?
Me encanta Peter Lynch, había leído sus libros en ingles y al ver en tu entrada que ya le han publicado en castellano, acabo de comprarle.
Lo malo de los tenbaggers, es que en USA es fácil poder conseguirlo, pero cuando algo llega a España, es por que el negocio esta ya muy consolidado y es difícil que la acción se multiplique ya por 10.
Saludos.
Hola Manuel,
Así es, para cuando llegan a España esas empresas de crecimiento el mundo ya las conoce y la cotización descuenta gran parte de ese crecimiento.
En cuanto conocí Primark empecé a investigar sobre la empresa. En un primer momento no invertí porque venía con el azúcar y demás, así que la primera compra la hice en 2012.
Saludos.