¿A quién no le gusta saber qué va a hacer la Bolsa? ¿A quién no le gusta mirar su cartera y ver cómo sus acciones suben? ¿Y a quién no le entra una sensación desagradable cuando sus acciones bajan? (no voy a negar que esto último hasta me gusta, si realmente creo que la empresa está barata, puedo comprar más). Sin embargo, hemos visto muchas veces cómo algunos de los mejores inversores de la historia no hacen mucho caso del mercado. De hecho, se habla muy a menudo de la metáfora de Mr. Market de Benjamin Graham,
Hoy vamos a ver un capítulo del libro Un Paso por Delante de Wall Street de Peter Lynch, que aunque está disponible en español, en este caso está traducido por mi. En este fragmento del libro, Lynch explica por qué es mejor ignorar al mercado y por qué, incluso aunque sepamos qué va a hacer la Bolsa, o cuáles van a ser los mejores sectores, tenemos que seguir haciendo stockpicking (o analizar y elegir nuestras propias acciones) no sólo para ganar dinero, sino para no perderlo. Por ello, cuando a Lynch le hablan del mercado de acciones dice:
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¿Qué mercado de acciones?
El mercado tiene que ser irrelevante. Si sólo pudiera convencerte de esto, creo que escribir este libro habría valido la pena. Y si no me crees a mi, cree a Warren Buffett: «En lo que me concierne» escribe Buffett, «el mercado de acciones no existe. Sólo está ahí como una referencia para ver si hay alguien ofreciéndote un precio sin sentido».
Buffett ha convertido a Berkshire Hathaway en una empresa extraordinariamente rentable. A comienzos de los 60 una acción de su gran compañía costaba 7 dólares, y la misma acción costaba 4.900 hoy (hoy cuando se escribió el libro. El precio en 2015 está en 210.000 dólares, cosas de invertir como un genio, y del interés compuesto)… Todo esto hace que Buffett sea un inversor maravilloso. Pero lo que hace que Buffett sea el mejor inversor de la historia es que, durante un periodo de tiempo en el que pensaba que las acciones estaban sobrevaloradas, vendió todo lo que tenía y devolvió el dinero a sus socios con una gran rentabilidad. El hecho de devolver el dinero de forma voluntaria, mientras que otros muchos estarían dispuestos hasta a pagarte por permitirles seguir gestionando su dinero, es, según mi experiencia, algo único en la historia de las finanzas.
Me encantaría ser capaz de predecir los mercados y anticipar recesiones, pero como es imposible, me vale con encontrar compañías rentables como hace Warren Buffett. Yo he ganado dinero hasta en mercados bajistas, y al revés. Varios de mis tenbaggers favoritos han tenido sus subidas más importantes durante malos mercados. Taco Bell pegó sus principales subidones en las dos últimas recesiones. El único año en que la Bolsa bajó en la década de los 80 fue 1981, y ese fue el momento perfecto para comprar Dreyfus, que en esa época comenzó su maravillosa marcha desde 2 dólares a 40 dólares, un twentybagger que este gestor se perdió.
Sólo por defender mi argumento, vamos a imaginar que pudieras predecir el siguiente boom económico con absoluta certeza, y que quisieras aprovechar tu gran predicción comprando varias acciones de altos vuelos. En este caso, también tendrías que elegir las acciones correctas, exactamente igual que si no tuvieras esta visión.
Si hubieras sabido que iba a haber un boom inmobiliario en Florida, y hubieses elegido a la empresa Radice al azar para aprovecharte de este boom, habrías perdido el 95% de tu inversión. Si hubieras sabido que iba a haber un boom con los ordenadores y hubieses elegido Fortune Systems sin hacer los deberes, la habrías visto caer de 22 dólares en 1983 a 1,85 en 1984. Si hubieras sabido que las aerolíneas eran un sector alcista en los primeros años de los 80, ¿qué bien habría hecho invertir en People Express (que murió de repente) o Pan Am (que bajo de 9 dólares a 4 en 1984 gracias a una inepta directiva)? Digamos que sabías que el acero estaba remontando, y que cogiste una lista de acciones acereras, la pusiste en una diana, y lanzaste un dardo que se clava en LTV. LTV bajó de 26,5 dólares a menos de 2 dólares entre 1981 y 1986, justo el periodo en el que Nucor, una compañía de la misma industria, subió de 10 dólares a 50 dólares. (yo tenía las dos, así que, ¿por qué vendí Nucor? Quizá yo también estaba lanzando dardos).
En todos estos casos, incluso elegir el mercado correcto te habría hecho perder la mitad de tus activos en acciones equivocadas. Si confías en el mercado para que tire de tus acciones, también podrías coger un bus a Atlantic City y apostar a rojo o negro. Si te levantas por la mañana y piensas, «voy a comprar acciones porque creo que la Bolsa va a subir este año» tienes que quitarte el teléfono de encima y alejarte lo máximo posible de cualquier broker. Estás confiando en que el mercado te rescate, y todo apunta a que no será así.
Si quieres preocuparte por algo, preocúpate de que el balance de Point-Pepperell esté mejorando, o de que Taco Bell lo esté haciendo bien con sus nuevos burritos. Elige las acciones correctas y el mercado cuidará de tí.
Todo esto no quiere decir que no haya cosas como mercados sobrevalorados, pero no tiene sentido preocuparse por eso. La forma en la que sabrás que un mercado está sobrevalorado es que no podrás encontrar ninguna compañía cotizando a un precio razonable que cumpla tus criterios de inversión. La razón por la que Buffett devolvió dinero a sus socios fue que no podía encontrar ninguna acción que mereciera la pena poseer. Había mirado decenas de compañías y no encontró ni una sola con fundamentales atractivos.
La única señal de compra que necesito es encontrar una compañía que me guste. En ese caso, nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para comprar acciones.
Conclusión:
Coincido bastante con Peter Lynch. A mi me encantaría predecir y saber qué va a hacer el mercado, y no niego que me intereso por datos macroeconómicos que pueden indicar por dónde irán las cosas. En todo caso, no invierto basándome en esto, sino en el precio y fundamentales de cada compañía. Es decir, pongo mucha más atención a las empresas que me interesan en concreto y a su precio (al precio sólo en el momento de compra o si creo que es un precio exagerado. Es decir, como dice Buffett, sólo en el caso en el que el precio no tiene sentido), que a otros factores.
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Hola Lancaster,
yo desde hace un tiempo procuro no mirar mucho la bolsa. Empecé hace un año a invertir en serio tipo B&H. Pero el caso es que estaba siempre revisando blogs y mirando cotizaciones y pensando en puntos de entrada (y de salida para vender alguna que tenía sobreponderada). He dejado de hacerlo y estoy bastante mas tranquilo. La magia es que los dividendos siguen entrando aunque no haga nada.
El caso es que es muy difícil no seguir al mercado si estamos leyendo muchos blogs sobre inversión. Es un poco contrasentido pero supongo que tiene que ver con tener demasiada informacion cómo comentabas con Antigfragil. Tengo muchísimas ganas de leer ese libro.
Un saludos y gracias por el blog!!
Hola Javier.
Si en sólo un año ya eres capaz de abstraerte del rudio en Bolsa, vas realmente bien.
Como dices, es difícil equilibrar el nivel de información óptimo. Yo trato de informarme de cómo van las empresas, y no de su cotización. Como los fundamentales cambian poco, no necesito mucha información todos los días, sino de vez en cuando. Coincido también con lo que dices de los blogs. Yo trato de seguir mi filosofía de inversión también con el blog, que es no hablar demasiado de empresas y de movimientos, y de tratar de aprender cosas nuevas mirando a los inversores más grandes de la historia. Aunque hablar cada día de una empresa es más divertido, me temo que es algo que hace que la cartera sea menos rentable. Eso no quita que hay blogs muy buenos, o que también tienen varias personas, que son capaces de hablar de diferentes empresas a menudo.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos.