Psicología Financiera y la reinversión

Posted by on Sep 20, 2014 in Análisis fundamental, Inversión a largo plazo en Bolsa | 2 comments

Psicología Financiera y la reinversión

Un fragmento del libro Psicología Financiera, de James Montier, hace referencia a un estudio que sirve para reflexionar sobre la inversión o reinversión periódica en Bolsa, independientemente de las cotizaciones. Obviamente lo mejor sería invertir sólo en los momentos en que las cotizaciones están en mínimos y vender en máximos, pero no creo que el 99% de los mortales podamos hacer algo así, por mucho que lo intentemos. Sin embargo, incluso sin acertar mínimos y máximos, e incluso comprando de forma periódica (aunque eso no es exactamente lo que yo hago) sí que se puede ganar dinero.

A continuación, vamos a ver el comienzo del capítulo 2 de Psicología Financiera. Léelo, es bastante sorprenderte e interesante.

Reinvertir cuando se está aterrorizado

«Participemos en un sencillo juego. Al principio de la partida se te entregan veinte dólares y se te dice lo siguiente: el juego dura 20 rondas. Al principio de cada una se te preguntará si te gustaría invertir. Si dices que sí, el coste será de un dolar. Entonces se lanzará una moneda al aire. Si sale cara recibirás 2,50 dólares. Si sale cruz, perderás tu dolar. Ahora sabemos dos cosas del juego. La primera -tal vez la más obvia- es que te interesa invertir en todas las rondas, dada la naturaleza asimétrica de la ganancia. Es decir, puedes ganar más de lo que pierdes en cada ronda: el valor estimado por ronda es de 1,25 dólares, lo cual hace que el valor estimado total sea de 25 dólares. De hecho, sólo hay un 13% de probabilidades de que acabes con unas ganancias inferiores a 20 dólares, que son los que tendrías si decidieses no invertir nada en absoluto y te limitases a conservar la dotación inicial. La segunda cosa que sabemos es que el resultado obtenido en una ronda anterior no debería influir a la siguiente: al fin y al cabo la moneda no tiene memoria.

No obstante, cuando los investigadores estudiaron este juego descubrieron un comportamiento muy poco usual (yo más bien diría un comportamiento irracional). Pidieron a tres grupos que participasen. El primer grupo era muy poco común: sus miembros presentaban una discapacidad mental muy concreta, se trataba de individuos incapaces de sentir temor. El segundo grupo de jugadores lo formaban personas como tú y como yo, aparentemente sin ningún síntoma de discapacidad mental. El tercer grupo estaba formado por personas con discapacidades mentales, pero en partes del cerebro no relacionadas con el procesamiento de emociones (y por consiguiente del miedo).

¿Quién crees que obtuvo mejores resultados? Como no es de extrañar, fue el grupo con incapacidad para sentir temor. Invirtieron en el 84% de las rondas, mientras que los, por así decirlo, normales invirtieron en el 58% de las rondas, y los miembros del grupo con discapacidades mentales sin relación con el miedo invirtieron el 61% de las veces.

El grupo que no podía sentir miedo mostró su ventaja tras las rondas en las que había perdido dinero. Después de dichas rondas invirtieron más del 85% de las veces: un comportamiento muy favorable. Esto contrasta con los otros dos grupos que hicieron gala de un comportamiento extremadamente poco favorable. De hecho, la pena o el temor a perder un solo dólar eran tan grandes que esos grupos invirtieron menos del 40% de las veces después de una ronda en la que habían sufrido una pérdida.

Probablemente pensarás que, con el paso del tiempo, la gente aprendería de los errores y, por tanto, jugaría mejor. Por desgracia las pruebas muestran una imagen muy distinta. Cuando los investigadores dividieron las veinte rondas en cuatro grupos de cinco juegos, descubrieron que los que no podían sentir miedo invirtieron un porcentaje similar de veces en los cuatro grupos. En cambio, los normales empezaron invirtiendo en alrededor del 70% de las rondas en los primeros cinco juegos, pero acabaron invirtiendo en menos del 50% de los cinco últimos. Cuanto más se prolongó el juego, peor fue su toma de decisiones.

Te preguntarás por qué te explico esta historia: bien, naturalmente el comportamiento es análogo al que exhiben inversores en los mercados bajistas. Las pruebas expuestas anteriormente indican que el miedo hace que la gente ignore gangas cuando están disponibles en el mercado, especialmente si han sufrido antes una pérdida. Cuanto más tiempo se encuentren en esta situación, más parece empeorar su toma de decisiones.

Evidentemente, este juego está diseñado de manera que correr riesgos reporte buenos resultados. Si le diésemos la vuelta al juego y correr riesgos reportase ganancias, los normales superarían a los jugadores que no pueden sentir miedo. Sin embargo, la versión de juego esbozada anteriormente es una buena analogía para los mercados bajistas con valoraciones bajas, en los cuales los beneficios futuros probablemente serán cuantiosos.»

Comentarios

Cuando leí sobre este estudió me impactó mucho. Tanto, que se me ocurren muchas cosas que comentar, pero no quiero hacer un artículo demasiado extenso, por lo que dejaré parte de mis comentarios para un segundo artículo, pero no me puedo resistir a comentar lo sorprenderte y triste de la toma de decisiones del humano medio. Que una persona capaz de razonar y que sabe que, a largo plazo, el 50% de las veces saldrá cara y el 50% de las veces saldrá cruz, y que sabe que pagan más si sale cara de lo que pierdes si sale cruz, decida no apostar en todas las rondas, me parece bastante triste y desalentador. Es triste que el ser humano medio no se dé cuenta de algo tan sencillo, pero al menos los que sí se den cuenta pueden ganar dinero (también puedes leer el artículo sobre  la percepción del riesgo y el truco de los números).

Otra cosa que me gustaría comentar antes de acabar, y que es sobre lo que irá el siguiente artículo en el que comentaré este fragmento de Psicología Financiera, es lo parecido entre el estudio y la Bolsa, salvando las distancias. Vamos a suponer que cada lanzamiento de moneda es un año. Bien, igual que en la Bolsa, invirtiendo cada año durante un periodo de 20 años, los más probable es que ganemos dinero en Bolsa, al igual que en este estudio.

Puedes comprar el libro Psicología Financiera pinchando aquí.

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2 Comments

  1. Hola Lancastergate.

    Acabas de hacer un artículo sobre uno de mis libros favoritos. Trata de todo y perfectamente argumentado.

    Una de las mejores secciones es la que hace referencia al bateador. No intenta darle siempre (comprar de todo y cada día) sino esperar la bola buena (la empresa que valga la pena).

    Un saludo y excelente post.

    • Muy bueno lo del bateador. De hecho, me suena que Buffett o Munger también han utilizado ese ejemplo alguna vez. Parece que para ganar tenemos que estar en todas las acciones de éxito, y no es así. Con llevar un 0,001% del total de compañías exitosas, habremos hecho un gran trabajo.

      Saludos.

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