La mayoría de las acciones en las que invierto las compro para mantenerlas indefinidamente. De las acciones que compro para mantener, sólo las vendo por dos motivos: 1. porque creo que me he equivocado 2. porque creo que el negocio ha cambiado para peor.
Sin embargo, y aunque sigo las noticias de las empresas en las que invierto, éstas pueden llevarnos a tomar malas decisiones. De hecho, Peter Lynch hablaba de los preocupados del fin de semana, que son los inversores que el fin de semana tienen tiempo para leer noticias y para pensar, y que todo lo que ven son amenazas para sus inversiones. Por eso, dice Lynch que es normal que el lunes sea el día más bajista históricamente. Para evitarlo, en su libro Beating the Street recomienda lo que vamos a ver a continuación en el capítulo llamado:
Tabla de contenidos
Los preocupados del fin de semana
La clave para ganar dinero con las acciones es no tenerle miedo a éstas. No puedo sobreenfatizar este asunto. Cada año me encuentro un buen puñado de libros sobre cómo elegir acciones o cómo seleccionar a los fondos de inversión ganadores. Sin embargo, toda esta información es inútil sin la fuerza de voluntad. A la hora de hacer una dieta, y a la hora de elegir acciones, es la tripa, y no la cabeza lo que determina el resultado.
En el caso de los fondos de inversión, en los que el inversor no necesita analizar las compañías o seguir el mercado, es habitual que lo que te perjudique sea lo que sabes. La persona que nunca se preocupa por pensar sobre la economía, ignora alegremente las condiciones del mercado, e invierte de forma periódica, lo hace mucho mejor que la persona que lo estuidia y trata de acertar con el momento bueno para comprar, que suele ser cuando siente confiado, y vendiendo cuando se siente mal.
Me recuerdan esta lección cada año en el meeting anual de la meda redonda de Barrons, en donde un grupo de supuestos expertos, incluído yo, nos pasamos un finde semana preocupándonos por todo. He participado en este evento todos los años desde 1986. Cada enero nos reunimos durante ocho horas para intercambiar ocurrencias y consejos, la mayoría de los cuales terminan apareciendo en la revista Barrons en las siguientes publicaciones.
…
La mesa redonda empieza pronto al mediodía y se divide en dos partes. La primera parte es un resumen de los mercados financieros, en la que se nos anima a discutir hacia dónde va la economía y si se va a terminar el mundo o no. Ésta es la parte en la que nos metemos en problemas.
Las discusiones que tenemos merecen ser analizadas, pues no se diferencian mucho de las que tienen los inversores amateur en una barra de bar, en el hospital, o en el campo de golf el fin de semana. Es durante los fines de semana, cuando la gente tiene tiempo extra, cuando se ponen a preocuparse de las noticias que da la televisión o de lo que dice el periódico que está envuelto en el papel que usan los chicos que lo reparten. Que tapen el periódico con un envoltorio quiere decir algo, y es que te están protegiendo de su contenido.
Cuando cometemos el error de sacar el periódico de su envoltorio, nos enfrentamos con las últimas razones por las que la raza humana está condenada: el calentamiento global, el enfriamiento global, el peligroso imperio soviético, la caída del peligroso imperio soviético, la recesión, la inflación, el analfabetismo, el alto coste de la sanidad, los musulmanes fundamentalistas, el déficit presupuestario… Incluso las páginas deportivas pueden ponerte enfermo.
Mientras que ponerse al día con las noticias es algo deprimente para el ciudadano que no tiene acciones, es un hábito peligroso para el inversor. ¿Quién quiere acciones de GAP si el sida va a matar a la mitad de los consumidores, el agujero en la capa de ozono va a matar a la otra mitad, siempre y cuando no desaparezcan todas las zonas arboladas y Occidente se convierta en el nuevo desierto del Gobi, un evento que seguramente preceda, si es que no sigue, al colapso de los bancos que quedan, las ciudades y los barrios residenciales.
Nunca te dirás a tí mismo «vendí mis acciones de GAP porque leí un artículo en el dominical sobre los efectos del calentamiento global», pero es la clase de lógica que seguimos los domingos y que emerge los lunes con una gran cantidad de órdenes de venta. No es casualidad que el lunes sea, históricamente, el día en el que se han producido las mayores caídas, y diciembre suele ser un mes perdedor, en el que se vende para aprovechar las pérdidas en la devolución de impuestos, y porque millones de personas tienen tiempo extra para pensar sobre el destino de la humanidad.
La preocupación del fin de semana es lo que nuestro panel de expertos hace durante la primera mitad de la sesión en Barrons, año tras año. En 1986 nos preocupamos por el agregado monetario M-1 vs M-3, la reducción del déficit de Gramm-Rudman, lo que hará el G-7, y si el efecto de la curva J empezará a reducir el déficit comercial. En 1987 nos preocupamos porque el dólar colapasara, del dumping de las compañías extranjeras en nuestro país, de que la guerra entre Irán e Iraq llevaría a una escasez global de pretroleo, que los extranjeros iban a dejar de comprar nuestras acciones y nuestros bonos, que los consumidores estaban deprimidios, que el presidente Reagan no podía presentarse por tercera vez.
En estas reuniones nunca podías preocupar a todos los participantes a la vez. Algunos se preocupaban más que otros, y algunos de los que estaban preocupados un año, no lo estaban al siguiente, y alguno de nosotros solíamos ser optimistas sobre el futuro, lo que añadía gravedad a los problemas urgentes habituales. De hecho, el año en el que eramos más optimistas sobre el futuro de la economía y de la Bolsa era 1987, que acabó con la famosa caída de 1.000 puntos. El único participante que dio la voz de alarma fue Jimmy Rogers, que en 1988 dio la voz de alarma otra vez, avisando de un inminente colapso en el precio de las acciones en todo el mundo. Rogers es famoso por ponerse corto en las acciones que cree que van a caer y, a pesar de su pesimista predicción, tenía pocos cortos que recomendar en Barrons. Un inversor exitoso no deja que las preocupaciones del fin de semana dicten su estrategia.
Estamos ante un grupo de influyentes profesionales que gestionan billones de dólares que pertenecen a otras personas y, sin embargo, de una mesa redonda a otra no podíamos ponernos de acuerdo sobre si nos enfrentamos a una inminente depresión global, o una recuperación económica.
Merece la pena decir que nuestra preocupación llegó a máximos en la mesa redonda de 1988, que se produjo dos meses después de la Gran Correción. Acabábamos de sufrir un gran colapso en el mercado de acciones, así que estábamos esperando otro el año siguiente. Esto nos lleva al principo de Peter número 4:
No puedes ver el futuro a través de un espejo retrovisor.
Conclusión:
Yo creo que no se trata de meterse en una burbuja y no enterarse de nada, sino que hay que ser consciente de que, tanto los catastrofistas como los que creen que todo va a ir bien siempre hacen mucho ruido y sus argumentos son seductores. Además, como los relojes estropeados, aciertan de vez en cuando. Lo que se trata es de mantener la calma y utilizar el sentido común pues, los que más espacio se van a llevar y los que más llaman la atención son los que tienen grandes cosas que decir, aunque no tengan sentido.
Puedes comprar el libro Beating the Street en inglés pinchando aquí.
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Estoy leyendo el libro, junto con otros, y hace poco que lei esa parte, es un tipo muy majo Lynch, y es cierto lo de las compras periodicas, utilizar la misma cantidad de dinero comprando cada mes la misma accion, o indice, es un metodo muy eficaz de inversion, yo tengo un plan de pensiones (que me obligaron a coger en un banco) y cada mes aporto 30€ que es una miseria, pero como hace ya 7 años que lo tengo y replica el Ibex35, pues no le va nada mal y ya tiene una cantidad relevante de dinero, hoy e comprado acciones de GLF:NYSE Gulfmark Offshore, puede que me equivoque, pero sigo pensando que la empresa vale mas aunque el mercado pague menos, ya veremos.
Es muy importante galvanizarse de los comentarios de muchos medios
Un saludo y buen Post
Hola rudis.
Precisamente miré Gulfmark Offshore el otro día después de que me hablaras de ella. Aunque no es un sector que controle, su capitalización más deuda son de 700 millones de dólares (hablo de memoria, pero creo que van por ahí los números) y que su valor contable es de 1.400 millones. De esos, la mayoría se corresponde a sus barcos. Por lo que he visto, la empresa amortiza rápido los barcos y, cuando los vende, lo hace a igual o mayor valor del que tiene apuntado en libros. Sin embargo, también parece que, con la caída del precio del petroleo y con todos los barcos que se están construyendo, puede haber demasiada oferta de estos. A corto plazo no tiene deuda que le haga sufrir, pero sí en unos años. Si no sube el petroleo podría tener problemas en unos años. Si suben los precios, o si van cayendo sus competidores y Gulfmark sobrevive, podría valer mucho más que ahora. En fin, no me voya liar con un análisis fundamental en los comentarios 😉 . Me parece una empresa interesante y con mucho potencial de revalorización, pero por ahora prefiero quedarme fuera
Saludos.
Completamente de acuerdo, y sin duda Un paso adelante es una biblia a seguir, lo más que podemos es procurar no comprar cuando todo el mundo lo hace, y comprar cuando la gente entra en pánico como ahora, pero vender por pánico es mala opción siempre
Saludos
De hecho, yo creo que con no vender en pánico ya hemos dado un paso bastante grande para, como mínimo, no hacerlo mal en Bolsa.
Saludos.
Pues sí, el amigo Lynch tiene razón, me acuerdo cuando leí esa parte.
Aunque yo siempre pienso lo mismo: aunque la capa de ozono desaparezca y el amazonas se convierta en un campo de golf, lo cual es una pena, de aquí a 2100 seremos 11000 millones de personas y gran parte de la clase pobre será clase media con lo que nos quedan 85 años donde, a nivel de inversión, la cosa sólo puede ir para arriba. Aquí hablaba de ello: http://www.muchoinvertir.com/2015/06/cambios-brutales-que-marcaran-el-siglo.html
Por otra parte, cuando leo el periódico dominical y veo un anuncio de algún coche pienso, qué bien, cuánta gente habrá que pique, y yo tan pancho con mis acciones de CIE Automotive.
Un abrazo,
Mucho Invertir
Me gusta mucho la última frase. Yo paseo encantado por la calle viendo a gente que colabroa con mis dividendos. De hecho, a veces hay gente que todo lo que lleva es de empresas que tengo en cartera. A veces dan ganas de pararlos y darles las gracias.
Efectivamente, si no pasa nada raro, a largo plazo seremos más en el mundo y viviremos mejor. Habrá momentos duros y de crisis, pero parece que la tendencia es a mejor y, por tanto, también debería reflejarse en Bolsa.
Un abrazo.
Buenas tardes Lancaster,
Este artículo me parece muy apropiado para la situación actual de las bolsas en general y, en particular, para contener las tentaciones respecto a la pronunciada caída de Ralph Lauren en las últimas semanas.
Aunque todos sabemos la teoría (no vender cuando la cosa se ponga fea si la empresa es buena), hay veces que los sentimientos nos confunden. Por suerte creo que he pasado esa fase y estoy pensando en ampliar la posición en $RL.
¿Qué opinas/opináis?
Saludos.
Hola IsaaG.
Precisamente acabo de publicar un post sobre eso. Yo he ampliado mi posición en RL. Es posible que las acciones sigan cayendo, especialmente si el pánico de estos días se extiende en el tiempo. Sin embargo, creo que empiea a estar a precios muy atractivos para el largo plazo, así que si sigue bajando, seguiré acumulando.
Saludos.