Mi dinero y mi cerebro

Posted by on Dic 26, 2014 in Análisis fundamental | 6 comments

Mi dinero y mi cerebro

Vivimos en una época en la que el cerebro es más útil que nunca para ganar dinero. Siempre lo ha sido, pero un mundo tan abierto como el actual ofrece muchas más oportunidades para alguien que sepa «arreglárselas» que en cualquier otro momento de la historia. Sin embargo, nuestro mejor aliado para ganar dinero y alcanzar la libertad financiera (si es que ese es nuestro objetivo) también puede ser un enemigo y tendernos trampas de forma involuntaria, que pueden alejarnos del objetivo. 

Jason Zweig, un famoso y exitoso inversor que, entre otras cosas, comenta la versión actualizada de El Inversor Inteligente, habla en el capítulo en el que se presenta a Mr.Market de cómo nuestro cerebro y nuestro cuerpo pueden caer en trampas que nos lleven a fracasar en el mundo de la inversión. Aunque no podamos evitar nuestras emociones o que nuestro cuerpo segregue determinadas sustancias en determinadas circunstancias, sí podemos saber que estas cosas existen y entender que puede ser que nos estemos dejando llevar por ellos.

El texto que hay a continuación es un fragmento de los comentarios de Jason Zweig en El Inversor Inteligente llamado:

Su dinero y su cerebro

Antes de empezar con el texto, si no sabes qué es Mister Market o el Señor Mercado, puedes pinchar aquí para saber a qué se refiere Jason Zweig. 

Entonces, ¿por qué les resulta tan cautivador el Sr. Mercado a los inversores? En la práctica, nuestro cerebro está programado para provocarnos problemas a la hora de invertir; los seres humanos somos animales que tratamos de identificar pautas de actuación. Los psicólogos han demostrado que si se presenta una serie aleatoria a un grupo de personas, y se les dice que es imprevisible, insistirán, no obstante, en tratar de adivinar qué va a salir a continuación. De la misma manera, «sabemos» que la siguiente tirada de dados será un 7, que un jugador que lanza una falta va a marcar un gol, que los siguientes números ganadores de la lotería primitiva van a ser, incuestionablemente 4-27-9-16-42-10, y que las acciones de esta pequeña empresa se van a convertir en el siguiente Microsoft (Jason, deja de leerme la mente).

 

Unas recientes investigaciones revolucionarias de la ciencia neurológica indican que nuestros cerebros están diseñados para percibir tendencias incluso donde no las hay. Después de que un acontecimiento suceda dos o tres veces seguidas, ciertas zonas de nuestro cerebro, de manera automática, anticipan que va a suceder de nuevo. Si el acontecimiento se repite, un producto químico natural denominado dopamina se libera, inundando nuestro cerebro con una leve euforia. De esta forma, si una acción sube unas cuantas veces, de manera refleja usted esperará que siga subiendo, y su química cerebral se modificará a medida que suba la acción, con lo que usted disfrutará de un «subidón natural». En la práctica, se hará adicto a sus propias predicciones.

dopamina: efectos en el cerebro y en a inversión en Bolsa

Serotonina y dopamina. Técnicamente, las únicas dos cosas que disfrutas

Sin embargo, cuando las acciones pierden valor, la pérdida financiera pone en marcha otra parte del cerebro, encargada de procesar el temor y la ansiedad, y que es responsable de la famosa respuesta de «luchar o salir huyendo» habitual en todos los animales acorralados. De la misma forma que no puede evitar que su corazón  se acelere cuando salta la alarma de incendio, de la misma forma que no puede evitar atemorizarse si una serpiente de cascabel se aparece en el sendero por el que usted se está dando un paseo (muy habitual en El Retiro), no puede evitar sentir miedo cuando la cotización de las acciones se desploma. 

 

De hecho, los brillantes psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky han demostrado que el temor a la pérdida financiera tiene una intensidad de más del doble que el placer que se consigue con una ganancia equivalente. Ganar 1.000 dólares con una inversión es estupendo, pero perder 1.000 dólares provoca un sufrimiento emocional del doble de intensidad. Perder dinero resulta tan doloroso, que muchas personas, aterrorizadas ante la perspectiva de una pérdida aún más grave, se desprenden de sus inversiones prácticamente cuando han tocado fondo, o se niegan a comprar más.

 

Esto permite explicar los motivos por los que nos obesionamos con la magintud en términos absolutos de una caída de mercado y nos negamos a ponerla en perspectiva. Por lo tanto, cuando un periodista se asoma a la pequeña pantalla y proclama: «El mercado se desploma, el Dow pierde 100 puntos», la mayor parte de los espectadores se estremecen instintivamente. Sin embargo, con el Dow a los niveles que se encuentra actualmente, rondando los 8.000 (se refiere al año 2003, ahora se está alrededor de los 18.000), se trata de un descenso de un mero 1,2%. Piense en lo ridículo que sería si un día en el que hubiese una temperatura de 40 grados el hombre del tiempo dijese:»La temperatura se desploma: ha pasado de 40 a 39,5 grados». Eso también sería un descenso del 1,2%.Si no se observan los cambios del mercado en términos porcentuales, es muy fácil caer presa del pánico por pequeñas vibraciones.

 

broker con la mano en la cabeza porque baja la Bolsa

Típica imagen en los medios cuando un día baja la Bolsa

A finales de la década de 1990, muchas personas llegaron a tener la impresión de que operaban en la oscuridad si no eran capaces de comprobar la cotización de sus acciones varias veces al día. Sin embargo, tal y como dice Graham, el inversor típico «estaría mejor si sus acciones no cotizasen en absoluto, porque podría librarse de la angustia mental que le provocan los errores de juicio cometidos por otras personas» (el precio de las acciones no depende de éste inversor, sino de los diferentes participantes en el mercado, de ahí que se refiera a los errores de juicio de otras personas). Si después de examinar el valor de su cartera a la 1:24 de la tarde, siente la imperiosa necesidad de volver a examinarlo a la 1:37 de la tarde, debería hacerse tres preguntas:

 

– ¿He llamado a un agente inmobiliario para comprobar el precio de mercado de mi casa a la 1:24 de la tarde? ¿Le he vuelto a llamar a la 1:37 de la tarde?

 

– Si lo hubiese hecho, ¿habría cambiado el precio? Si hubiese cambiado, ¿me habría apresurado a vender mi casa?

 

– Si no compruebo, o si ni siquiera sé cuál es el precio de mercado de mi casa en cada minuto, ¿estoy impidiendo que su valor aumente a lo largo del tiempo?

 

Por supuesto, la única respuesta posible a estas preguntas es ¡claro que no! Usted debería abordar su cartera de inversión desde la misma perspectiva. A lo largo de un horizonte a 10, 20 o 30 años, los antojos del Sr. Mercado, sencillamente, no tienen importancia alguna. En cualquier caso, para una persona que vaya a invertir durante los próximos años, la caída de los precios de las acciones es una buena noticia, no mala, puesto que podrá comprar más por menos dinero (ver Warren Buffett y los inversores siempre bajistas). Cuanto más prolongada y más acusada sea la caída, y cuanto mayor sea la constancia de sus comprar durante esa caída, más dinero acabará ganando al final, si se mantiene firme hasta el final. En vez de temer al mercado cuando se encuentra en una etapa bajista, debería darle la bienvenida de buen grado. El inversor inteligente debería sentirse perfectamente cómodo siendo propietario de acciones o de fondos de inversión durante los próximos 10 años.

 

Paradójicamente, según explica el científico neurológico Antonio Damasio, «ejercerá un control muy superior si cae en la cuenta de todo lo que no puede controlar». Si es consciente de su tendencia biologica a comprar a precios elevados y vender a precios bajos, reconocerá la necesidad de poner en práctica la técnica del promedio monetario, el ajuste del equilibrio, y se dará cuenta de lo interesante que es firmar un contrato de inversión. Si coloca la mayor parte de su cartera en piloto automático, será capaz de superar su adicción a la predicción, centrarse en sus objetivos financieros a largo plazo, y desentenderse de los cambio de humor del Sr. Mercado. 

Conclusión:

Puedes comprar El inversor Inteligente pinchando aquí.

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6 Comments

  1. Somos muy irracionales cuando hablamos de dinero…es así. Yo prefiero invertir haciendo un promedio, de esta manera no sufro, incluso si baja una empresa de las que tengo en cartera me alegro por que puedo comprar más. Son formas de pensar, ni más ni menos, el vaso medio lleno o medio vacío.
    Un abrazo.

    • Así es. En general, somos bastante menos racionales de lo que pensamos.

      La idea del promedio es buena y por lo que sé funciona muy bien. No voy a negar que a mi me gusta tratar de batir al mercado y, por tanto, no hago compras periódicas, pero desde luego la estrategia es buena.

      Un abrazo.

  2. Antes de nada feliz navidad y enhorabuena por el artículo.
    Ahora si te pudiera hacer una consultilla… ¿Qué te parece promediar a la baja en Duro Felguera y en Tesco?
    Casi que me decanto más por Tesco pero no lo tengo muy seguro, se que los comentarios ajenos no son decisivos para invertir, pero la verdad es que según de quien vengan si que pueden ayudar.
    Muchas gracias.

    Saludos

    • Gracias Stang, e igualmente,

      No sigo Duro Felguera, y a Tesco la tengo un poco abandonada. Ninguna de las dos me entusiasma mucho, pero si tuviera que promediar con una de ellas sí o sí seguramente lo haría con Tesco. Primero porque a Duro no la conozco apenas, y segundo porque no se me ocurren muchas cosas más que le puedan pasar a Tesco. Cuando todo pinta tan mal, suele ser buen momento para invertir. En todo caso, insisto en que no es una empresa ni un sector que me guste mucho, aunque quizá como turnaround pueda salir bien.

      Un abrazo.

  3. Primero, Feliz Navidad a todos.
    Casi siempre que hablo con alguien de bolsa y esa persona no tiene acciones me mira como si fuera un bicho raro o un loco, para mi es muy importante aislarme de la constante euforia/depresion que los medios publican, vivo mejor, y ahora nunca hago ni caso de los comentarios que un desconocido haga sobre tal o cual empresa, trato de ceñirme a la informacion publicada. Si que sigo a algunos inversores y leo sus analisis sobre las empresas que compran, porque pienso que ellos se estan jugando su dinero y a veces dan informacion muy interesante.
    Procurar mantener la calma y aprovechar las oportunidades bajistas me parece la mejor estrategia.
    Un saludo.

    • Igualmente rudis.

      Yo he aplicado también ese principio para la política y las noticias en general. Antes lo seguía mucho pero ahora apenas le dedico tiempo. Vivo mucho mejor y puedo utilizar ese tiempo en cosas más útiles y prácticas.

      Por cierto, tu última frase es muy buena. Con esa estrategia seguro que te irá muy bien.

      Saludos.

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