Homer Simpson también invierte en Bolsa, y el tío es tan bueno que hasta gana dinero. Eso sí, gana mucho menos de lo que podría. Resulta que Homer tiene acciones de la central nuclear en la que trabaja, pues los trabajadores renunciaron a ciertos derechos protegidos por la constitución a cambio de ellas. Estas acciones cotizan sin pena ni gloria a precios muy bajos. Sin embargo, llega un momento en el que se empieza a rumorear que unos alemanes quieren comprar la central y las acciones suben 25 céntimos. En ese momento el broker de Homer le llama y le explica que sus acciones han subido tras diez años de letargo y decide vender todo por la maravillosa cifra de 25 dólares. Invierte sabiamente esos 25 dólares en cerveza de importación y explica su modelo de éxito a la hora de invertir a sus compañeros de taberna: “compra barato y vende caro ese es mi lema» «tal vez la central nuclear me convierta en un corredor de Bolsa a jornada completa«.
Mientras Homer se toma su bien merecida cerveza, su familia se entera de la noticia de la subida de acciones y, haciendo cálculos, descubren que su inversión tiene un valor en esos momentos de 5.200 dólares. Cuando Homer llega a casa y cuenta que ha vendido sus acciones por 25 dólares y que ahora valen 5.200 dólares os podéis imaginar lo que pasa.
El bueno de Homer, sin quererlo, nos da una lección de lo que no hacer. Que nuestras acciones suban no debe asustarnos y hacernos vender antes de tiempo. En el mundo técnico suelen hacer mención a esta situación con la frase, «dejar correr las ganancias«. No se me ocurre una frase en concreto del mundo fundamental, pero hay inversores que hacen referencia a cosas similares. Un ejemplo es Philip Fisher en Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios con su frase referente a las empresas en crecimiento: «no creas que un PER alto ya descuenta todo el crecimiento de una acción«.
Que una empresa haya subido no quiere decir, para nada, que esté cerca de su limite. Peter Lynch lo explica en Beating the Street. En este libro, Lynch da los datos de acciones de compañías que había multiplicado por 2, 3 o más su valor en poco tiempo antes de que las comprara y que, en unos años, volvieron a multiplicar su cotización varias veces (los famosos tenbaggers).
En mi caso, he tenido alguna experiencia similar de empresas en las que he invertido tras haber multiplicado el precio su cotización y que, de haber vendido, habría perdido grandes plusvalías. Ya sabes cuales es, ¿no?
Tabla de contenidos
Associated British Foods
Es Primark ¡sorpresa! En este caso, mi primera compra fue tras una subida de un 70% sobre mínimos de hacía un par de años. En ese momento estaba en máximos históricos y parecía que la oportunidad se había perdido. Sin embargo, esos precios no han vuelto a verse y ya cotiza a un precio que supone más del doble de aquel en el que hice mi primera compra. Ahora cotiza a 29 libras y podría haber vendido a 22, a 25 o ahora mismo. Sin embargo, sigo creyendo en a compañía y en que sus beneficios crecerán en el largo plazo. Podría salirme y buscar otra inversión, pero si creo que la compañía valdrá varias veces más dentro de 10 años, ¿para qué voy a vender?
Conclusión:
Homer Simpson nos enseña que no hay que precipitarse a la hora de vender y que, aunque una acción haya subido, no tiene por qué ser una mala inversión (el que compró las acciones que vendió Homer ganó mucho dinero).
Sí, el caso de Homer es diferente porque se trata de una subida motivada por los rumores, pero creo que se puede utilizar para la inversión en el mundo real y por fundamentales.
Que una acción haya subido mucho no quiere decir que no vaya a seguir subiendo, por tanto, no hay por qué descartar esa acción como posibilidad de compra, ni venderla sin más motivo que «es que ha subido mucho». Como es lógico, todo esto tiene sentido siempre y cuando los fundamentales acompañen y los precios sean razonables.
Si te ha gustado el post de hoy puedes darle a +1 ahí abajo, dejar un comentario, o compartir el enlace con otras personas.
Muy buen y original post. Felicidades, como siempre. Yo llevo unas Gases que compré a 10,01 euros y mira a lo que cotizan ahora. Y de regalo me han soltado sobre 1,74 € de dividendo… Aún con la ostia que se ha dado hoy le voy sacando un 118%. BME, MAP e IDR por ahí andan, con un 109%, 102% y 101%, respectivamente. Y luego Abertis me lleva un 94% y me ha soltado un 28% entre divis y ampliaciones. Por supuesto que ni me planteo vender ninguna…
Ahora lo divertido. Padre, confieso que he pekado. Y eso? He comprado unas acciones del Pekao…
Un abrazo 😉
Ggracias Monri.
Comparto alguna de tus compras y precios y también comparto que no pienso vender ninguna. La rentabilidad por dividendo de esas compras es buenísima y, a pesar de que han subido mucho, ninguna de ellas está realmente cara.
Muy bueno lo de Pekao. En cuanto he visto como comenzaba tu última frase me lo he imaginado 😉 Suerte con ella.
Un abrazo.
Jeeee, pues no has leído la entrada que tengo programada para hoy 😉
A ver cómo se da. Estaba mejor por parámetros el otro banco, el que ya llevaba (Handlowy) pero en bancos prefiero diversificar, y tener poco de 6-7 en vez de concentrar en 1-2 porque son un polvorín. Mira España si no. Llevo SAN, BBVA, CABK y POP en España; BHW y PEO aquí.
Saludos