Operar en Bolsa es algo complejo si somos novatos, pero, como en tantas otras cosas, una vez que tenemos práctica se convierte en algo más sencillo. Para comenzar a operar en bolsa debemos seguir siempre una serie de pasos que sólo se realizan una vez. Tras dar los primeros pasos, ya podemos comenzar a invertir de forma normal.
Cómo operar en Bolsa
Si tenemos claro que queremos invertir en acciones, o en algún otro producto financiero cotizado, lo primero que debmos hacer es abrir una cuenta en un broker. Para invertir en Bolsa necesitamos un intermediario y éstos son los brokers. Quizá algún día no sean necesarios intermediarios pero, a día de hoy, son imprescindibles. Será el broker el que se encargue de realizar las operaciones que encarguemos (compra o venta de acciones o la selección del tipo de dividendo que queremos cobrar en casos como el scrip dividend) y también de aquellas tareas habituales en la inversión (cobro de dividendos, tarjetas de asistencia a junta de accionistas, etc.).
Cuando elegimos un broker tenemos que contratar sus servicios. Para ello, si es un broker online, nos remitirá a nuestro domicilio el contrato y los documentos necesarios. El agente de bolsa que contratemos necesita los documentos originales, por lo que no será posible enviarlos por email escaneados. Tras esto, debemos hacer un ingreso para comenzar a operar.
Operar online
Cuando ya tenemos un intermediario, podemos comenzar a invertir. Para ello, debemos conocer las diferentes operaciones y cómo realizarlas online.
Hay diferentes tipos de operaciones, pero las más básicas a la hora de comprar o vender acciones son: limitada, por lo mejor y a mercado.
– Comprar o vender acciones con orden limitada: en este caso establecemos un precio al que queremos que se realice la operación. En el caso de comprar acciones podemos decir que queremos comprar a 3 euros por acción. Si la empresa cotiza a 3.05 euros no se ejecutará la orden. Sin embargo, si la cotización llega a 3 euros, o menos, sí se realizará la compra. En el caso de querer vender acciones sucede lo mismo, pero al revés. Si queremos vender a 3 euros y en ese momento se intercambian acciones a 2,95 euros no se venderán nuestras acciones, pero si en algún momento llegan o superan los 3 euros, nuestra orden se ejecutará. La ventaja de este tipo de operación es que nos aseguramos de que, si se realiza, será, al menos, al precio que queremos. El inconveniente es que no se realice ningún intercambio de acciones al precio que nos interesa y, por tanto, no se ejecute la orden.
– Por lo mejor: el nombre es bastante descriptivo. Si queremos comprar acciones las compraremos al mejor precio posible(es decir, al menor). Si vendemos acciones se venderán también al mejor precio posible, es decir, al más alto.
-A mercado: Nuestra orden se ejecutará de forma libre en el mercado.
Comisiones por operar
Obviamente operar en Bolsa tiene un coste. Los brokers cobran una comisión cada vez que se ejecuta una orden. Según el tipo de inversor que seamos nos compensará más elegir un tipo de broker u otro. Existen brokers más enfocados a los traders que compran y venden en el corto plazo con pequeñas comisiones por cada operación, pero con mayores comisiones en el mantenimiento de acciones y en el cobro de dividendos. Por otra parte, si invertimos a largo plazo, debemos buscar un broker cuyas comisiones por operación quizá sean algo más altas, pero que no nos perjudique en el largo plazo con comisiones de mantenimiento altas o en los dividendos.
Aprender de Bolsa
Una vez que hemos visto cómo invertir en Bolsa es importante tener que, antes de lanzarnos al mundo bursátil debemos aprender a operar en Bolsa. Para ello, tenemos dos escuelas básicas, la técnica y la fundamental. La primera se centra en el comportamiento del precio de la acción y la segunda en la evolución de la empresa. ¿Cual es mejor? No creo que sea posible decirlo. Este blog se centra más en la inversión a largo plazo y análisis fundamental, pero cada persona tendrá unas preferencias y unas capacidades que le pueden beneficiar para ganar dinero con una u otra escuela.
En el análisis fundamental ponemos atención a las cuentas de la empresa, conocemos su balance y sus estados financieros. Estudiamos qué vende y cómo lo vende, vemos qué competencia tiene y cuales son las perspectivas en el futuro de la empresa y, muy importante, si el precio al que cotiza la empresa permite obtener una revalorización a largo plazo (es decir, el precio de la acción es menor a su valor real o su evolución en el futuro, gracias a su actividad, no está reflejada en el precio actual de la acción).
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