A la hora de empezar a invertir en Bolsa (e incluso cuando ya llevamos años haciéndolo) escuchamos aquello de que no es bueno invertir en empresas ilíquidas o en las que se negocien pocos títulos al día, pues es difícil entrar y salir de ellas. Sin embargo, en mi opinión esto no es un problema para un inversor a largo plazo, e incluso, en ocasiones, puede ser una fuente para encontrar grandes inversiones.
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Por qué no invertir en empresas ilíquidas
Voy a empezar por los motivos por los que no se recomienda invertir en este tipo de empresas, que más bien se reducen a uno, pero que no deben preocupar al inversor con una estrategia buy and hold.
El principal motivo para no comprar acciones de este tipo de empresas es la dificultad para entrar y salir de ellas. Esto es un problema importante para el gestor de un fondo de inversión. Si tiene que deshacer su posición de 1 millón de acciones en pocos días y cada día se negocian 10.000 títulos, va a tener difícil vender todas las acciones en un plazo corto, salvo que decida bajar mucho el precio para poder salir del valor.
Esto también puede ser un problema para el trader, pues compra y vende en un plazo muy corto y, que no haya casi órdenes de compra y venta, le supone un problema pues en su caso, un pequeño porcentaje en el precio supone una gran diferencia.
En estos casos sí que es recomendable no meterse en este tipo de valores. Sin embargo, si invertimos a largo plazo y no movemos millones de euros al día, que una acción sea ilíquida no va a empeorar nuestros resultados. Un inversor a largo que compra acciones a 5 euros y que las vende 10 años después a 20 euros, no tendrá un gran perjuicio en su rentabilidad si debe rebajar el precio a 19,80 para poder salir porque a 20 no hay ninguna orden. Sin embargo, un trader que compra a 5 euros y que quiere salir a 5,50 si no encuentra contrapartida tendrá un problema pues, aunque a 5,30 siga teniendo beneficios, las comisiones y Hacienda le quitarán la mayor parte.
Por qué sí invertir en empresas ilíquidas
Cuando digo por qué si invertir en empresas ilíquidas no quiero dar a entender que se debe invertir en este tipo de empresas, sino que se puede. Eso sí, siempre que vayamos a largo plazo.
El motivo por el que puede ser interesante invertir en este tipo de empresas es porque el resto de inversores las descarta. Cuando una empresa no es seguida por analistas ni por fondos no suele estar muy estudiada. El público no se pregunta por ellas y, en ocasiones, el desinterés provoca ineficiancias de las que nos podemos aprovechar.
Cuando una empresa es pequeña o tiene poco volumen de negociación no suele tener muchos analistas que la sigan. Además, como hemos visto, los fondos de inversión no suelen arriesgarse y comprar este tipo de empresas. Si la propia compañía no hace mucho porque se le conozca, podemos encontrarnos con empresas cotizando a ratios ridículos en ocasiones.
Cuando conocí Gowex (obviamente fue un error de inversión, pero mantengo el artículo original para aprender de los errores. En todo caso, la idea del post no queda invalidad pues, en los ejemplos que doy más adelante se batió al índice) era una empresa que llevaba varios años creciendo por encima del 50%, que tenía intención de seguir haciéndolo y que cotizaba a PER 10 con unas rentabilidades de ensueño. ¿Por qué estaba tan barata? Porque ningún fondo ni analista prestaba mucha atención al MAB. Si se hubiese hecho público que había una empresa creciendo al 50% con un PER 10, no habría durado mucho. Y, efectivamente, eso es lo que pasó.
¿Por qué cotizaba a PER 10 Gowex? Por lo que hemos dicho, nadie prestaba atención al MAB ni a Gowex. Si escucháis los programas de inversión de la radio, muchos oyentes preguntan ahora por empresas del MAB (antes no lo hacían) y, a menudo, el analista dice que no sigue el MAB porque es muy ilíquido o porque son empresas muy pequeñas. Todo eso son buenas noticias para nosotros.
Dos ejemplos de compañías que siguen cotizando a múltiplos bajos y que pasan desapercibidas son Conduril y Dinamia, como hemos visto en este blog.
Es cierto que el caso de Conduril es especial, pues llegó a cotizar a un Per menor de 1 con una rentabilidad del dividendo del 20% y porque hay días en los que no se negocia ni una sola acción. Aun así, si hubiéramos descubierto esta empresa cuando cotizaba a Per 1, no debería importarnos mucho no poder salir de ella, pues estábamos comprando a un precio igual a los beneficios de ese año.
En el caso de Dinamia y Conduril tenemos a importantes fondos españoles que siguen el value investing como Bestinver o Metavalor detrás de ellas. Sin embargo, será raro que el fondo de un banco comercial invierta en ellas y ahí surge nuestra oportunidad.
Conclusiones:
Un inversor a largo plazo sí puede invertir en empresas poco liquidas. De hecho, en ocasiones estas empresas están infravaloradas por el desconocimiento que hay sobre ellas y se convierten en una inversión muy rentable a largo plazo.
Excelente post. Jamón del bueno. Poco que añadir a lo ya expuesto. El sentido común de lo que expones es el hilo conductor del artículo, así que no me queda otra opción más que felicitarte.
Un fuerte abrazo,
Gracias sumaysigue.
Entre las smallcaps sí que hay jamón del bueno 😉
Un abrazo.