Guy Spier es un exitoso value investor. Ya vimos algo sobre él en el artículo anterior llamado La tecnología del éxito. En él, veíamos las claves que Guy Spier daba para tener más éxito en la vida y en la inversión en Bolsa. Aunque el artículo estaba lleno de grandes pensamientos, eran sobre cómo tener éxito en la vida, y no estaba tan centrados en la inversión. Hoy vamos a ver las ideas que Guy Spier dio en esa misma charla en Google para invertir mejor en Bolsa.
Las frases e ideas de este artículo están sacadas de este vídeo:
Tabla de contenidos
Ideas para invertir mejor en Bolsa
1. Aceptar que no soy racional
Una de las ideas más extendidas en el mundo de la Bolsa (y también una de las más rebatidas) es que los mercados son eficientes porque los participantes son personas racionales. Para Guy Spier eso es falso. Los participantes no son seres racionales. Es más, él mismo no es un ser racional.
Es ficción pensar que somos racionales. Es una buena idea pensar que sólo somos racionales en circunstancias muy muy limitadas…
Pasa una cosa extraña y creo que además es una herramienta para alcanzar el éxito: en el momento en el que reconocí mis propias debilidades y fui abierto, claro y honesto sobre su existencia, pude comenzar a hacer algo con ellas. Creo que soy mejor inversor porque acepto por adelantado que no soy racional. Tengo que lidiar con ello. Y por tanto, puedo trabajar en ello y ver qué puedo hacer para mejorarlo.
2. Copiar e imitar:
No soy Warren Buffet. Es bastante obvio, ¿no? Pero descubrí a Warren Buffett y descubrí algo bastante poderoso que se llama matching and mirroring (que yo me he tomado la libertad de llamar «copiar e imitar», pero que realmente no sé como traducir exactamente Por eso, un poco más abajo hay unas imágenes en las que el concepto queda más claro). Así que, mientras me sentaba en mi silla en esta empresa que era como la de El Lobo de Wall Street (puedes ver el artículo anterior para entender a qué empresa se refiere) descubría a Warren Buffett y dije, quiero su vida, no quiero mi vida. ¿Y qué hago para conseguirlo? Tony Robbins enseña esto, y Mohnish Pabrai lo llama clonación, y yo simplemente empecé a hacer lo que creía que Warren Buffett haría si estuviera en mi situación. Y, lo que hice literalmente fue decir. «Bien, si fuera Buffett me leería mis propias cartas a los inversores«. Y eso es lo que hice…
Y no sé como transmitiros este mensaje. No soy una persona religiosa pero, de alguna forma, estaba conectado a algo que me daba sabiduría y que me estaba llevando por un camino mejor, y ha ido a más… Así que me pregunto, si cuando estaba en mi primer trabajo no hubiera leído a Warren Buffett, si su filosofía no me hubiese influido, y si no pensara que haría Warren Buffett en mi situación, no sé hacia dónde habría ido mi carrera, no sé hacia dónde habría ido mi moralidad. Podría haber acabado en cualquier lugar.
…
Me fascina pensar que en el momento en el que empezamos a imitar y pensar que haría en nuestra situación alguien a quien admiramos y que es mejor que nosotros en lo que hace, incluso aunque lo hagamos de forma reducida -y yo lo he hecho de forma muy reducida con Warren Buffett; el hace mejores inversiones que yo, tiene más rentabilidad que yo…- sólo una fracción de ese éxito es extraordinariamente bueno.
Un ejemplo muy visual de matching and mirroring:
Yo ni soy Warren Buffett, ni Guy Spier, ni un famoso inversor. Sin embargo, trato de aprender y, en parte, imitar lo mejor de los grandes inversores. Por eso, además de leer todos los libros que puedo, trato de conocer la vida y filosofía del mayor número de ellos (Irving Kahn, Seth Klarman, Philip Carret…) y copiar aquello que considero útil y que realmente puedo copiar.
3. Fuerza de voluntad y preguntas sin respuesta.
Durante la charla, le preguntan a Spier cómo decide cuanto efectivo mantiene en su cuenta y cómo toma decisiones de ese estilo. La respuesta es larga y se va un poco por las ramas, pero creo que merece mucho la pena.
Creo que este es un ejemplo claro falsa optimización. Es el ejemplo clásico de tratar de buscar la respuesta a algo que no la tiene, y es un ejemplo de pérdida de energía cerebral.
Una idea que todavía no he mencionado es la de idea un experimento maravilloso. Coges unos niños, los pones en una habitación, y después hacen un examen. En una habitación pones a los niños sin nada sobre la mesa, te vas durante 5 minutos, y luego les pasas el examen. En la otra habitación, pones dulces sobre la mesa, les dices a los niños que no pueden comerse los dulces, te vas durante 5 minutos, y luego les pasas el examen. Los niños no se comen los dulces, pero lo hacen mucho peor en el examen. La idea es que el cerebro tiene una cierta cantidad de fuerza de voluntad, una cantidad limitada cada día, literalmente controlarse a sí mismos de comerse los dulces gasta esa fuerza de voluntad de los niños y reduce su capacidad de concentrarse en el examen. Por eso, en mi caso, cuando tengo que hacer algo importante lo hago por la mañana (yo, LancasterGate, soy más de tarde/noche).
Por ello, queremos conservar nuestra fuerza de voluntad para cosas importantes. Creo que seguir las cotizaciones… tener una pantalla encendida… gasta esa energía. Sabemos que leer en una pantalla es más estresante porque el cerebro está constantemente decidiendo si hacer click en los links o no (no lo pienses mucho, haz click en los iconos de redes sociales del final del post 😉 ) y eso gasta energía del cerebro, cosa que no pasa con un papel.
Así que, si lo ves desde mi punto de vista, y realmente no puedo prever dónde irá el mercado a corto plazo, ni puedo estar seguro de las compañías en las que he invertido, lo que trato de hacer es como una colonia de hormigas, es decir crear hábitos y comportamientos que aumenten la probabilidad de que sea capaz de batir al mercado.
Y todo esto nos lleva a que, en el caso del efectivo, no trate de discernir la cantidad de efectivo a tener. Si veo que hay algo que tiene mucho sentido que hagamos, lo hago. Y si no veo nada que tenga mucho sentido, dejo que el efectivo se acumule.
De la misma forma, no trato de vender mis inversiones cuando llegan a su valor… Uno de mis inversores me pregunta, » si el valor de la inversión es de 100, ¿lo vendes cuando llega a 70, a 100, a 120…?» Y le trato de explicar que no es que sepa que el valor es de 100, sino que, de alguna forma sé que cotiza por debajo de su valor a 50 y que cotiza por encima de su valor a 200, y dentro de ese rango está la incertidumbre con la que tengo que lidiar. Dentro de ese rango lo que intento es minimizar los costes (comisiones, etc.).
Conclusión:
Me gusta mucho el sentido común y la forma de razonar de gran parte de los inversores que siguen el value investing o similares.
En el artículo de hoy, Guy Spier sugiere 3 ideas para ayudarnos a invertir mejor. La primera es asumir que no somos racionales o, al menos, no lo somos en la medida en que creemos. Como dice Spier, ser consicientes de nuestras debilidades nos ayudará a mejorar. La segunda idea, copiar a los mejores es bastante simple, pero realmente efectiva. Estoy seguro que en menor o mayor medida, casi todos tratamos de imitar en algunos aspectos a nuestros ídolos, y eso es algo bueno (si elegimos bien los ídolos). La tercer idea, es la que más me gusta. No creo que la inversión se base sólo en números. No creo que haya que determinar un porcentaje exacto para renta fija y otro para renta variable. No creo que haya que determinar un porcentaje para un tipo de acciones y otro para otro, y no creo que haya que determinar un porcentaje de efectivo para cada momento. Si hay oportunidades de inversión, se toman y, si no, se espera. Todo tienen matices, pero la idea me parece buena.
Por cierto, en el artículo anterior sobre Guy Spier vimos que una de las cosas de las que hablaba era de las notas de agradecimiento, y he de decir que cumple con lo dicho. Con el artículo anterior dio a favorito a los tweets de este blog en los que se hablaba de él. Sé que es una tontería, pero no puedo negar que me hizo ilusión, así que, seguramente, lo de las notas de agradecimiento también funcione.
Ya sabes, no gastes tu energía del cerebro pensando si pinchar en los iconos de redes sociales de abajo, y simplemente hazlo. El ahorro de energía te hará invertir mejor, y a mí me hará ilusión ver que el artículo se comparte. Si estás pensando en comentar el artículo o compartirlo en otras webs, tampoco te resistas y déjate llevar. Ya ves, Guy Spier lo hizo, y le va muy bien.
Lo del dulce va conmigo, je,je. Es curioso pero tengo un artículo preparado para la semana que viene que lidia precisamente con la voluntad del inversor. Para mi es muy difícil mantenerme al margen del mercado, siempre parece que te estas perdiendo algo, y es muy complicado no dar al «click» del ratón.
Tengo que leer algo de Guy…
Un abrazo.
De hecho, la psicología, en donde también incluiría la fuerza de voluntad, suele ser una de las cosas más difíciles de la inversión, casi más que los análisis. Los pánicos alcistas en los que algo sube sin parar y estas fuera es de las peores sensaciones que debe haber en Bolsa. La ansiedad de quedarse fuera es dura, pero hay que soportarlo.
Con el tema del dulce y la fuerza de voluntad, igual es buena idea darse un capricho antes de tomar una decisión por soltar un poco de lastre.
Un abrazo.