Éxito personal: aprendiendo de una historia real

Posted by on Oct 29, 2015 in Formación Bolsa | 13 comments

Éxito personal: aprendiendo de una historia real

Cuando todo sube parece muy fácil ganar dinero. Es cierto que últimamente la bolsa no está en ebullición, pero casi cualquiera que haya entrado tras el comienzo de la crisis tendrá su cartera en verde. Cuando se gana dinero de forma rápida y sin dificultad, parece que es algo fácil de hacer. Sin embargo, pensar esto suele ser el primer paso para cagarla.

Si escribo este artículo es porque a veces se me pasa por la cabeza que la bolsa no es tan difícil, y ese pensamiento me asusta. Por ejemplo, cuando miro a Primark, (Associated British Foods), y veo que, aunque el grupo ABF esté un poco estancado, Primark lo está haciendo realmente bien, y su cotización en bolsa sube sin parar, me da la sensación de que las cosas son fácilés. Otro ejemplo de empresa que he comentado en el blog y ha salido bien es adidas, la cual compré con la idea de que recuperase el que yo consideraba su valor en al menos dos años, y lo ha hecho en sólo unos meses. También he cometido errores invirtiendo, pero, en general la mayoría de mis acciones/empresas van muy bien.

Pero volviendo al asunto, cuando todo (o casi todo) va bien, podemos llegar a pensar que somos infalibles, y para recordarme a mí mismo que no es así, en el artículo de hoy vamos a ver el comienzo del libro What I learned losing 1 million dollars, en el que el autor, un trader estadounidense, cuenta cómo perdió casi un millon de dólares en el plazo de unas semanas, después de tener un ascenso metórico. Sí, un trader. Obviamente esta persona opera muy diferente a mí, pero en lo que a la psicología se refiere dice cosas con sentido. Su historia es una ventana que propociona un soplo de aire fresco, en un mundo en el que todo el mundo saca pecho de sus éxitos. El texto a continuación es una traducción mía.

De rico a pobre en unas semanas

Gané 248.000 dólares. Un cuarto de millón en un día. El subidón era increible. Es, literalmente, como si esperases que Dios te llamara en cualquier momento para preguntarte si te parece bien que salga el sol al día siguiente.

 

Tenía una mesa especial con un pedestal de cobre que salía del suelo, y que tenía encima una enorme tabla de caoba. Era como si la parte superior de la tabla estuviera suspendida en el aire. Cuando entrabas en la oficina, todo lo que veías era una alfombra, una columna saliendo de la alfombra, y dos trozos de caoba levitando en mitad del aire, desafiando a la gravedad. Eso es precisamente lo que yo pensaba que estaba haciendo: desafiar a la gravedad. Estaba sentado en frente de la mesa, apoyado en el borde de la silla, esperando a que el mercado abrirera, listo para ganar otros 50.000 dólares en un día, y pensando que mi vida no podía ir mejor. Y tenía razón, no podía.

 

El mercado abrió bajando esa mañana, y nunca volvería a cotizar por encima de lo que lo hizo ese viernes de agosto. Empezó a bajar ese lunes y, consecuentemente, perdía una media de entre 20.000 y 25.000 dólares al día, cada día, durante meses. La caída era brutal, con sólo algún espaamo alcista ocasional. Afortunadamente, mis clientes empezaron a salirse. Algunos de ellos se salieron con algo de ganancias, y algunos con pequeñas pérdidas. Naturalmente, yo no me salí. Yo me quedé para la gran subida. Esta iba a ser La Gran Operación. Korby y yo íbamos a ganar 10 millones de dólares en esta operación.

trader de éxito perdineod dinero

Para mediados de octubre estaba ya bajo el agua. No sabía cuan bajo el agua estaba, pero sabía que había perdido gran parte de mi dinero. Según mi posición iba empeorando, empecé a recibir margin calls. Decidí esperar un par de días para ver si el mercado subía y así no tenía que poner más garantías. Si subía, bien, si no, me pasaría los siguientes días tratando de conseguir que mis amigos me prestaran dinero. Iba a estar un par de día sin poner las garantías, pero la actitud de mi broker era la siguiente: «sabemos que eres un tío importante. Estás en el Consejo de la bolsa. Estás en el comité ejecutivo. Eres directivo de tu compañia, etc. Sabemos que eres bueno con el dinero». En la primera semana de noviembre estaba bajo mucha agua: perdía 200.000 o 300.000 dólares. Ni siquiera sabía cuanto era. El aceite de soja había bajado de entre 36 o 37 céntimos a 25 céntimos. Desde los máximos de agosto había perdido 700.000 u 800.000 dólares. Para empeorarlo todavía más, había pedido prestados 400.000 dólares a mi amigos.

 

Finalmente, y misericordiosamente, la compañía me desenchufó, porque yo no podía hacerlo. El 17 de noviembre, uno de los directivos senior del broker vino a mi oficina, y procedió a liquidar todas mis posiciones. Pasé de tenerlo todo el 26 de agosto a no tener nada el 17 de noviembre. Sin embargo, no tenía intención de dejar el trading. Es decir, no iba a dejar de jugar, iba a dejar de perder.

 

No perdí todo ese dinero sólo porque tuviera un método de análisis erroneo. Seguramente eso también afectara, pero había algo más que hizo que mantuviera una posición perdedora hasta el punto de llegar a endeudarme para mantenerla. Esa otra cosa es una distorsión psicológica que acompaña a una serie de éxitos, y que hizo que mi ego estuviera en juego en el mercado, cosa que preparó el terreno para una pérdida desastrosa.

 

Como se ha mencionado en el prefacio, estas mismas distorsiones afectaron a Henry Ford, y contribuyeron a las pérdidas de la compañía en los años 20 y 30 del siglo XX. Estas distorsiones siguen afectado hoy en día a los negocios, a los directivos y a los CEOs. Por ejemplo, en 1993, el gurú Peter F.Drucker escribió en The Wall Street Journal que, «los últimos años hemos visto enormes problemas en compañías que un día fueron dominadoras: General Motors, Sears o IBM por decir algunas», y los problemas de IBM son causados, paradójicamente, por su enorme éxito. Otra frase de Drucker dice «el éxito siempre termina por hacer obsoleto al comportamiento que lo consiguió». Aunque algunos de los factores que contribuyeron a los problemas en estos negocios se debieron a las estrategias que siguieron, hay otros factores que dependían de la decisión personal de un directivo. Este libro explora estos factores.

 

Personalizar el éxito es el primer paso para cometer un error desastroso. Quienes lo hacen, empiezan a considerar el éxito como su reflejo personal, en vez de como el resultado de aprovechar una buena oportunidad, estar en el lugar correcto en el momento adecuado o, simplemente, la pura suerte. La gente compieza a pensar que, el simple hecho de que ellos participen en algo garantiza el éxito. Y parece que esto es un fenómeno común. An Wang, fundador de Wang Laboratories dice lo siguiente: «me sorprende como mucha gente con talento termina descarrilando de una forma o de otra… demasiadas veces un ascenso meteórico lleva a una gran caída.  La mayor parte de las veces la gente cae porque se disparan en el pie. Si consigues no dispararte en el pie durante mucho tiempo, otra gente empezará a decir que eres un genio.» Esto es lo que dice Herb Kelleher, CEO de Southwest Airlines: «creo que la forma más fácil de perder el éxito es convertirte en alguien convencido de que es exitoso». Este «convertirte en alguien convencido» es el proceso de personalizar los logros o el éxito. Aprender a reconocer y a prevenir este proceso es de lo que trata este libro.

Conclusión:

Empezando por el final, a mí si me gusta pensar que, en general, hago las cosas bien. No porque me crea muy guay, sino porque creo que así las cosas pueden salir mejor. Es algo así como el delantero que va a tirar el penalty y va pensando que va a fallar; lo más probable es que, efectivamente, lo falle. Y, al revés, el que va pensando que lo mete, lo más probable es que lo meta. Por eso, en general, intento pensar de una forma que me favorezca.

Dicho todo esto, lo que no pienso es que lo que yo haga va a salir bien porque soy el mejor. Por ello, trato siempre de ser consciente de las cosas que pueden salir mal. Es más, también trato de estudiar mi pensamiento para ver si es el correcto o no. Por ejemplo, este post es un ejemplo, pues lo uso para recordarme a mí mismo que, aunque me hayan salido las cosas bien unas cuantas veces, hay que tomarselo con calma y que si me creo que lo haré bien siempre, lo más probable es que la cague.

Puedes comprar el libro What I learned losing 1 million dollars pinchando aquí.

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13 Comments

  1. Muy interesante la reflexión! Y tiene algo de cierto.

    Mis primeras compras fueron muy buenas y luego me fui «animando» a experimentar. Algunos de esos experimentos no han sido tan buenos. Lección al canto…

    Un abrazo

    • Pues sí, perder es una gran lección, pero si podemos aprender de los errores de otro, mejor 😉

      Un abrazo.

  2. Muy buen artículo. Como dice Buffet, no hay que hacer muchas cosas bien, simplemente hay que intentar no hacer cosas mal.

    Por cierto, no se si lo has visto, pero he sacado mi primer ebook (Las 12 mejores formas de ganar dinero por internet) y lo he puesto gratis en el blog, por si te interesa! http://opinatron.com/ebook-12-formas/

    Un saludo!

    • Qué bueno lo del ebook. No lo sabía, yo también estoy trabajando en algo, y últimamente no teng tiempo para pasarme por otros blogs, pero cuando termine, palabra que me lo leeré.

      Saludos.

  3. Lo de no dispararse en el pie tiene gracia, me ha recordado a cierto niño «de la realeza», no se porque.
    Un abrazo.

    • Totalmente jajajajajaja.

      Un abrazo.

  4. Interesante, como dice Jim Rogers: cuando empieces a creer que eres un genio y que la bolsa es facil…mejor tomate un descanso, hace otras cosas por un tiempo. Saludos

    • Efectivamente. Cuando la sensación de que lo haces todo bien se apodera de tí, mejor dejarlo por un rato, o tratar de cambiar el pensamiento.

      Saludos.

  5. Muy interesante tu artículo. Gracias por compartirlo

    • Muchas gracias, Marco.

      Saludos.

  6. Pues sí. Aunque creo que en la comunidad tenemos mucha calidad, y esto es la enhorabuena que os doy a todos! El mero hecho de que estudiemos las empresas y nos demos opiniones unos a otros estoy convencido de que nos evita errores y nos da buenas ideas. Al menos a mi, y espero que sea recíproco.

    • Desde luego que es recíproco. Una de las cosas que más valoro del blof, si no la que más, es lo que he aprendido escribiendo, leyendo oìniones, y leyenfo otros blogs. Es algo que no tiene precio.

  7. Para tener éxito en cualquier empresa lo primero que tenemos que hacer es identificar nuestra propia definición de lo que significaría el éxito personal en esa área. Muchas personas se centran en tener éxito en una sola área de su vida, tales como relaciones o negocios. Eso es probablemente por qué es tan común ver a los que tienen mucho éxito en un área, pero que luchan en otros.

    !Identifica lo que el éxito personal es para ti!

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